Lechazo: Guía definitiva, historia, preparación, precio y más
Lechazo, un auténtico manjar de la gastronomía española, es mucho más que un simple plato: es una experiencia que despierta los sentidos y nos transporta a la rica tradición culinaria de Castilla y León. Este tierno cordero lechal, cocinado de manera artesanal, ha conquistado paladares de todo el mundo, convirtiéndose en símbolo de celebraciones y reuniones familiares. En este artículo, te invitamos a descubrir los secretos que hacen del lechazo un tesoro gastronómico. Desde su cuidadoso proceso de cría y alimentación, hasta las técnicas de preparación que realzan su sabor único, cada aspecto de este manjar está impregnado de historia y pasión.
¿Qué es el lechazo y por qué es tan apreciado?
El lechazo es un cordero lechal, criado exclusivamente con leche materna y sacrificado antes de los 35 días de vida. Su carne es tan tierna y jugosa que se deshace en la boca. A diferencia del cordero normal, el lechazo tiene un sabor más suave y delicado que conquista los paladares más exigentes. Se considera una auténtica joya de la gastronomía castellana, especialmente en provincias como Valladolid, Segovia y Burgos.
En la gastronomía española, el lechazo ocupa un lugar privilegiado, sobre todo en la región de Castilla y León, donde es considerado un auténtico manjar. Es común ver a las familias reunidas alrededor de una mesa para disfrutar de este exquisito plato, especialmente durante celebraciones y festividades. El lechazo no solo es un alimento, sino un símbolo de tradición, cultura y unión familiar.
La popularidad del lechazo ha trascendido las fronteras de Castilla y León, y hoy en día se puede encontrar en numerosos restaurantes de alta cocina en toda España y más allá. Sin embargo, para apreciar verdaderamente todas las cualidades de este manjar, es fundamental comprender su origen, su cuidado proceso de crianza y las técnicas de preparación que lo han convertido en un ícono de la gastronomía española.
Historia y tradición del lechazo en la gastronomía española
El lechazo tiene sus raíces en la historia y cultura de Castilla y León, una región conocida por su rica tradición agrícola y ganadera. La crianza de corderos para la producción de lechazo se remonta a siglos atrás, cuando las familias rurales dependían de la ganadería para su sustento. El lechazo, por ser un alimento nutritivo y relativamente fácil de criar, se convirtió en una parte esencial de la dieta local.
A lo largo de los años, el lechazo ha sido protagonista de innumerables banquetes y celebraciones. En la Edad Media, los nobles y reyes disfrutaban de este manjar durante sus festines, y su preparación y consumo estaban rodeados de rituales y tradiciones que han perdurado hasta nuestros días. La receta tradicional de lechazo asado, cocinado en horno de leña y aderezado con sencillos ingredientes como sal y agua, se ha transmitido de generación en generación, conservando la autenticidad de este plato.
Hoy en día, el lechazo sigue siendo una pieza central en las festividades y eventos familiares en Valladolid, Segovia o Aranda de Duero. Es común que se sirva durante la Semana Santa, las Navidades y en celebraciones de bodas y bautizos. Además, la región alberga numerosos restaurantes y asadores especializados en la preparación de lechazo asado, donde los comensales pueden disfrutar de este plato en su forma más tradicional y auténtica.
El lechazo en la cultura y festividades locales
El lechazo no es solo un plato más en la gastronomía española, sino que también forma parte integral de la cultura y las festividades locales, especialmente en Castilla y León. Durante la Semana Santa, es común encontrar lechazo en los menús de los hogares y restaurantes, ya que es un plato que simboliza la celebración y el encuentro familiar. En muchas localidades, se organizan ferias y concursos de cocina donde el lechazo es el protagonista, atrayendo a visitantes y gourmets de todas partes.
Una de las festividades más destacadas es la Fiesta del Lechazo en Aranda de Duero, que se celebra cada año para rendir homenaje a este manjar. Durante esta fiesta, se realizan demostraciones de cocina, degustaciones y actividades culturales que giran en torno al lechazo. Es una oportunidad única para aprender más sobre las tradiciones culinarias de la región y disfrutar de la hospitalidad de sus habitantes.
Además de las festividades, el cordero lechal también tiene un lugar especial en las celebraciones familiares, como bodas, bautizos y aniversarios. En estos eventos, el lechazo se sirve como plato principal, acompañado de vinos locales y otros productos típicos de la región. La preparación del lechazo en estas ocasiones suele ser un evento en sí mismo, donde la familia se reúne en torno al horno para participar en el proceso de cocción y disfrutar de los aromas que llenan el hogar.
Beneficios del cordero lechal como fuente de nutrición
El lechazo no solo es un deleite para el paladar, sino que también ofrece una serie de beneficios nutricionales que lo convierten en una opción saludable. Al ser un animal joven que se alimenta exclusivamente de leche materna, su carne es rica en proteínas de alta calidad, esenciales para el crecimiento y la reparación de tejidos en el cuerpo. Además, contiene una cantidad significativa de vitaminas del grupo B, como la B12, que es crucial para el buen funcionamiento del sistema nervioso y la formación de glóbulos rojos.
Otro aspecto destacable del cordero lechal es su contenido en minerales. La carne de lechazo es una excelente fuente de hierro hemo, que se absorbe más fácilmente que el hierro no hemo presente en los alimentos vegetales. Este mineral es fundamental para prevenir la anemia y mantener niveles saludables de energía. Además, el lechazo aporta zinc, que juega un papel importante en el sistema inmunológico, y fósforo, necesario para la salud ósea y dental.
A diferencia de otros tipos de carne, el lechazo es relativamente bajo en grasas saturadas. La mayor parte de la grasa presente es de tipo insaturado, lo que contribuye a mantener niveles saludables de colesterol en sangre. Además, la carne de lechazo es más fácil de digerir que la de corderos más maduros, lo que la convierte en una opción adecuada para personas con sistemas digestivos sensibles.

Diferencias entre lechazo y otros tipos de cordero
Es importante distinguir el lechazo de otros tipos de cordero, ya que cada uno tiene características diferentes que afectan su sabor, textura y métodos de preparación. El lechazo, como hemos mencionado, es un cordero muy joven, de menos de un mes, alimentado exclusivamente con leche materna. Esta dieta limita su crecimiento, resultando en una carne muy tierna y de sabor suave.
Por otro lado, el cordero pascual es un animal de entre tres y cuatro meses de edad, que ya ha comenzado a pastar y a consumir alimentos sólidos. Su carne es más firme y tiene un sabor más pronunciado y a menudo más fuerte que el del lechazo. Este tipo de cordero es ideal para preparaciones que requieren una cocción más prolongada, como estofados y guisos, donde los sabores más robustos pueden desarrollarse adecuadamente.
Finalmente, el cordero adulto, que puede tener más de un año, presenta una carne mucho más oscura y con un sabor muy intenso. Este tipo de carne es menos tierno y suele requerir técnicas de cocción que ablanden las fibras, como el marinado o el uso de salsas ricas y especiadas. Aunque algunos comensales prefieren el sabor fuerte del cordero adulto, el lechazo sigue siendo la opción preferida para quienes buscan una carne delicada y de fácil digestión.
¿Qué es el Lechazo IGP?
Un término muy habitual es el de lechazo IGP, lo primero que significa Indicación Geográfica Protegida. Es un sello de calidad europeo que garantiza que un producto agroalimentario (en este caso, el lechazo) proviene de una región geográfica específica y cumple con unos estándares de calidad y tradición.
Razas en Lechazo IGP
En la IGP Lechazo de Castilla y León suelen estar certificadas las siguientes razas autóctonas de cordero lechal:
Raza Churra:
Una de las más emblemáticas de Castilla y León, famosa por su carne suave, tierna y jugosa. Muy apreciada en la gastronomía tradicional.
Raza Castellana:
También autóctona de la zona, reconocida por su rusticidad y calidad de la carne. Su sabor es excelente, ideal para asados.
Raza Ojalada:
Típica de la región de Burgos y Segovia. Produce un lechazo muy valorado por su terneza y sabor.
Estas razas están certificadas por el consejo regulador de la IGP y garantizan que el lechazo ha sido alimentado exclusivamente con leche materna, lo que le otorga una calidad superior y un sabor auténtico.
Preparación del lechazo: técnicas y recetas tradicionales
La preparación del lechazo es todo un arte, y las técnicas tradicionales han sido perfeccionadas a lo largo de los siglos para resaltar la ternura y el sabor natural de la carne. Una de las recetas más emblemáticas es el lechazo asado, que se cocina en un horno de leña, siguiendo una técnica que combina simplicidad y precisión. El cordero lechal se adereza únicamente con sal y agua, lo que permite que el sabor puro de la carne sea el protagonista.
Para preparar un lechazo asado al estilo tradicional, es esencial contar con un horno de leña, aunque también se puede utilizar un horno convencional. El proceso comienza colocando el lechazo en una cazuela de barro, con la piel hacia abajo, y añadiendo un poco de agua para mantener la humedad. Luego, se introduce en el horno a una temperatura constante y moderada, aproximadamente 180 grados Celsius, durante unas dos horas. A mitad de la cocción, se da la vuelta al lechazo para que la piel quede crujiente y dorada.
Otra preparación clásica es el lechazo al horno con ajos y perejil. En esta variante, el lechazo se frota con una mezcla de ajo picado, perejil y aceite de oliva antes de ser asado. Esta receta añade una capa adicional de sabor sin opacar la delicadeza de la carne. Además, el uso de hierbas frescas y aceite de oliva, ingredientes típicos de la dieta mediterránea, aporta un toque saludable y aromático al plato.

Dónde encontrar el mejor lechazo en España
Para degustar el mejor lechazo, no hay mejor lugar que Castilla y León, la cuna de este manjar. La región está salpicada de asadores y restaurantes que se especializan en la preparación tradicional de lechazo, muchos de los cuales han sido reconocidos por su excelencia culinaria. Entre las localidades más destacadas, encontramos Valladolid, Aranda de Duero, Peñafiel y la ciudad de Segovia, cada una con su propia variación en la receta, pero todas manteniendo la esencia del lechazo auténtico.
En Aranda de Duero, por ejemplo, la tradición del lechazo asado es casi una religión. Asadores como «El Lagar de Isilla» y «El Mesón de la Villa» son famosos por sus preparaciones impecables y su ambiente acogedor. Estos establecimientos suelen utilizar hornos de leña y cazuelas de barro, siguiendo métodos que han pasado de generación en generación. La experiencia de comer en uno de estos lugares es única, ya que combina la excelencia gastronómica con la calidez de la hospitalidad castellana.
Segovia, mundialmente conocida por su acueducto romano, también es un destino imprescindible para los amantes del lechazo. Restaurantes como «Casa Duque» y «Mesón de Cándido» son instituciones en la ciudad, donde el lechazo se prepara con una devoción que roza lo ceremonial. Aquí, el lechazo se sirve con una piel crujiente y dorada, y la carne se deshace en la boca, ofreciendo una experiencia culinaria inolvidable.
Dónde comprar el mejor lechazo online
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Precio Lechazo
El precio del lechazo puede variar según varios factores:
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Peso del animal: los lechazos más pequeños son más tiernos, pero también más caros por kilo.
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Tipo de corte: cuartos, mitades o piezas especiales pueden influir en el precio.
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Procedencia: el lechazo IGP (Indicación Geográfica Protegida) suele tener un precio más alto debido a su certificación y calidad garantizada.
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Alimentación y crianza: el lechazo alimentado exclusivamente con leche materna y criado en explotaciones locales tiene una calidad superior y, por tanto, un precio acorde.
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- Medio lechazo IGP: Antes: 80,00 € | Oferta: 70,00 € IVA incluido.
- Lechazo castellano entero: Antes: 145,00 € | Oferta: 135,00 € IVA incluido.
- Medio lechazo castellano: Antes: 78,00 € | Oferta: 68,00 € IVA incluido.
Consejos para cocinar lechazo en casa
Cocinar lechazo en casa puede parecer una tarea intimidante, pero con algunos consejos y trucos, es posible lograr un resultado que rivalice con el de los mejores asadores. El primer paso es seleccionar un lechazo de calidad, preferiblemente de una carnicería de confianza que garantice que el animal ha sido alimentado exclusivamente con leche materna. La frescura y la calidad de la carne son fundamentales para obtener un plato excepcional.
Una vez que tengas el cordero lechal, es importante prepararlo adecuadamente. Si vas a hacerlo asado, como dicta la tradición, asegúrate de que el horno esté bien precalentado a una temperatura constante de alrededor de 180 grados Celsius. Coloca el lechazo en una cazuela de barro con la piel hacia abajo y añade un poco de agua y sal. A mitad de la cocción, aproximadamente a la hora, dale la vuelta para que la piel quede crujiente y dorada. Para un toque adicional de sabor, puedes añadir un poco de ajo picado y perejil.
Otra clave para cocinar un cordero lechal perfecto en casa es no apresurarse. La cocción lenta y a temperatura moderada es crucial para que la carne quede tierna y jugosa. Es recomendable no abrir el horno con frecuencia, ya que esto puede provocar variaciones de temperatura que afectan el resultado final. Además, si deseas un toque de humedad adicional, puedes cubrir el lechazo con papel de aluminio durante los primeros 30 minutos de cocción y luego retirarlo para que la piel se dore.

Recetas con lechazo: del horno a la cazuela
El lechazo no solo se disfruta al horno. Aquí tienes algunas recetas para sacarle el máximo partido:
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Lechazo asado tradicional: el clásico por excelencia, perfecto para celebraciones. (A continuación te explicaremos como asar un lechazo en casa)
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Lechazo guisado: cocinado lentamente con verduras y especias, ideal para días fríos.
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Chuletillas de lechazo a la brasa: una delicia para los amantes de la carne a la parrilla.
- Pinchos de lechazo a la brasa: otra forma de disfrutar del lechazo, quedan estupendos a la parrilla.
Cada receta resalta la ternura y el sabor característico del lechazo.


Cómo asar el lechazo de forma tradicional
Preparar un lechazo al horno al estilo castellano es más sencillo de lo que parece. Solo necesitas una cazuela de barro, sal y agua.
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Coloca el lechazo con la piel hacia abajo y añade agua en la base de la cazuela.
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Ásalo a 160-170°C durante 90 minutos, regándolo de vez en cuando con sus propios jugos.
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Dale la vuelta y sube la temperatura a 200°C durante 30-40 minutos más, hasta que la piel quede dorada y crujiente.
El resultado es un lechazo jugoso y tierno, con un sabor auténtico que recuerda a los hornos de leña de Castilla y León.
Mejores vinos para maridar el lechazo
El maridaje de vinos con lechazo es una ciencia en sí misma, ya que el objetivo es encontrar el equilibrio perfecto que realce las cualidades de ambos. Los vinos tintos de la región de Castilla y León, especialmente los de la Ribera del Duero, son la elección clásica para acompañar este manjar. Estos vinos, elaborados principalmente con la variedad de uva Tempranillo, ofrecen una estructura robusta y taninos suaves que complementan la ternura y el sabor del lechazo asado.
Un Ribera del Duero crianza, con sus notas de frutos rojos, especias y toques de vainilla procedentes de su envejecimiento en barrica, es una excelente opción. La acidez equilibrada y los taninos sedosos de este vino ayudan a limpiar el paladar entre bocado y bocado, realzando cada sabor de la carne. Para aquellos que prefieren un vino más complejo, un Ribera del Duero reserva, con su mayor tiempo de envejecimiento y sus matices más profundos, puede ofrecer una experiencia de maridaje sublime.
Otra opción interesante es un vino de la D.O. Toro, conocido por su carácter intenso y su capacidad para envejecer bien. Los vinos de Toro, elaborados con la variedad Tinta de Toro, tienen un cuerpo robusto y sabores concentrados que pueden manejar bien la riqueza del lechazo. También se pueden considerar otras denominaciones de origen como Cigales o Bierzo, cuyos vinos ofrecen una variedad de perfiles que pueden complementar diferentes preparaciones de lechazo.
Preguntas frecuentes sobre el lechazo
¿Cuántas personas comen con un lechazo?
Un lechazo entero pesa entre 5 y 6,5 kg, perfecto para servir entre 6 y 8 raciones generosas. Ideal para celebraciones o reuniones familiares.
¿Se puede congelar el lechazo envasado al vacío?
Sí, se puede congelar sin problemas. Gracias a su envasado al vacío, conserva todo su sabor y textura al descongelarlo.
¿Qué diferencias hay entre el lechazo de Segovia y el castellano?
El lechazo de Segovia suele contar con la Indicación Geográfica Protegida (IGP) que certifica su procedencia y calidad. El lechazo castellano ofrece un sabor y textura similares, pero sin el sello IGP. Ambos son de gran calidad, en Valladolid, Segovia o Aranda de Duero es habitual encontrar ambos tipos, y si te interesa no pierdas la oportunidad de comprar Lechazo IGP
¿Cómo conservar el lechazo antes de cocinarlo?
Mantén el lechazo en su envase al vacío y consérvalo refrigerado hasta el momento de cocinarlo. Así se mantendrá fresco y listo para asar.
En Resumen
El lechazo es mucho más que un plato delicioso; es un símbolo de la rica tradición culinaria española y, en particular, de la región de Castilla y León. Desde su cuidadoso proceso de crianza y alimentación, hasta las técnicas de cocción que han sido perfeccionadas a lo largo de los siglos, cada aspecto de este manjar refleja la pasión y el respeto por la gastronomía que caracteriza a España.
El cordero lechal no solo ha conquistado paladares en todo el mundo, sino que también ha unido generaciones, convirtiéndose en el centro de innumerables celebraciones y eventos familiares. Su preparación y consumo trascienden lo meramente culinario, encapsulando valores de tradición, cultura y comunidad.
Ya sea disfrutado en un asador tradicional de Castilla y León o preparado en la calidez del hogar, cada bocado de lechazo es un homenaje a la historia y a la pasión por la buena comida. Así que la próxima vez que tengas la oportunidad de probar este delicioso manjar, recuerda que estás participando en una tradición que ha unido a las personas durante siglos. ¡Buen provecho!
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